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SER MAMÁ O PAPÁ /

Ser padre puede ser una de las experiencias más gratificantes de la vida. Y solo porque tu embarazo no fue planeado no quiere decir que no puedas ser una mamá o un papá increíble. Por otro lado se trata de un gran compromiso, de modo que es bueno tomarse un tiempo y pensar muy bien si ser padre es realmente lo tuyo, ya sea ahora o en el futuro. Si quieres ser mamá o papá pero simplemente no era tu intención en este preciso momento, tómate un tiempo para pensar si estás en condiciones de lograrlo y de qué manera.

ver otras opciones

maneras de ser padre

Con una pareja

Si estás casad@ o vives con tu pareja, puedes compartir la responsabilidad de las tareas y los gastos diarios como la comida, alojamiento, pañales, ropa y el cuidado del niño. Cada pareja divide las cosas de forma diferente, lo importante es trabajar en equipo y apoyarse mutuamente como padres y pareja.

Paternidad compartida

Si no viven juntos o no estás en una relación sentimental, aún así puedes compartir las responsabilidades de paternidad con el otro padre de tu hijo. Generalmente cada uno de los padres con paternidad compartida pasa tiempo con el niño, contribuye con los gastos y aporta en las decisiones acerca de la escuela, servicios médicos, etc. Independientemente de la relación que exista entre tú y el otro padre, pueden tratar de resolver juntos lo que es mejor para su hijo.

Ser padre solter@

Puedes ser mamá o papá por tu propia cuenta, encargándote del cuidado del niño y los demás gastos con poco o nada de apoyo de otras personas. Ser padre soltero puede ser realmente difícil porque nunca tienes un momento de descanso. Los retos van cambiando a medida que crece tu hijo, pero no importa si estás cambiando pañales o reuniéndote con maestros, siempre te toca a ti. El lado positivo es que tú decides cómo quieres criar a tu hijo sin tener que hacer concesiones con nadie más.

Con otras personas

No importa la relación que exista entre tú y el otro padre de tu hijo, contar con el apoyo de otros adultos puede hacer toda la diferencia. Puede que vivas con o cerca de tus padres, abuelos u otros miembros familiares que te pueden ayudar brindando apoyo financiero o emocional a ti y a tu hijo. Si tienes amigos que también son padres solteros, pueden considerar la idea de vivir juntos para compartir los gastos y las responsabilidades del cuidado de los niños.

detalles

Para muchas personas, ser mamá o papá es lo que mejor que les ha pasado en la vida. Pero al mismo tiempo es un asunto muy serio.

Hay montones de decisiones que tomar cuando uno es padre, decisiones que empiezan incluso desde antes de que nazca el bebé. No existe una fórmula mágica que le funcione a todo el mundo, pero sí hay algunas cosas que todos los futuros padres deberían tener en cuenta:

  • Si estás pensando en tener un hij@ o considerando la adopción, lo primero que tienes que hacer es encontrar un proveedor de cuidado de salud y programar consultas prenatales. Aunque todavía no estés 100% segur@ de lo que quieres hacer, siempre es buena idea cuidarte bien.

  • Vas a tener que planear dónde y cómo va a nacer el bebé y pensar en quién vas a querer involucrar en el nacimiento. Habla con tu proveedor si no estás segur@ de tus opciones.

Haz un plan (y prepárate para cambiarlo si te toca)

Comienza a pensar en algunas de las cosas que vas a tener que resolver justo después de que nazca el bebé. Cosas como la lactancia materna o el biberón, pañales desechables o de tela, qué tipo de anticonceptivos piensas usar después de dar a luz y dónde va a dormir el bebé, tendrás que tenerlas en cuenta. Cuidar a un recién nacido puede ser abrumador y extenuante, de modo que siempre es bueno planear con anticipación. Dicho esto, no siempre puedes predecir lo que funcionará mejor para ti y tu bebé, entonces no es mala idea tener un plan B y una actitud flexible en caso de que tu primer plan no funcione.

lo que te espera

Antes de ser mamá, está todo el asunto del embarazo y el nacimiento

Antes de tener un hijo vas a estar embarazad@. Durante más o menos 9 meses. Todo el mundo tiene diferentes experiencias de embarazo, e incluso diferentes experiencias durante el transcurso del mismo embarazo. Por lo general se trata de una combinación de alegría, nerviosismo, un sentimiento abrumador pero a la vez emocionante, y en ocasiones unas sensaciones realmente incómodas.

Dependiendo del lugar donde vives, probablemente tengas opciones para dar a luz en un hospital, centro de natalidad o en casa. Tu proveedor de servicios prenatales te puede ayudar a explorar estas alternativas y a pensar en la mejor opción para ti. Tomar clases de preparación para el parto y de cuidado de bebés, y/o considerar la ayuda de una doula puede resultar provechoso.

Asimismo, es importante saber que las personas tienen distintas y variadas experiencias justo después de dar a luz. Tu cuerpo pasará por severos cambios hormonales, así que es común sentir como si no pudieras reconocer tus propias emociones durante este periodo. Hasta una de cada cinco mamás se deprimen después de dar a luz, y es importante cuidarte muy bien si te empiezas a sentir así.

Debido a que los periodos de justo antes y después de dar a luz pueden ser tan impredecibles, no es mala idea resolver desde antes cómo vas a poner en pausa todo lo demás que esté sucediendo en tu vida cuando nazca el bebé. Esto quizás implique suspender tus estudios, tu trabajo o dejar de cuidar a otros por un tiempo. Si trabajas, probablemente puedas obtener un poco de apoyo financiero cuando nazca el bebé. Habla con tu empleador para averiguar si te ofrecen algún tipo de beneficios o subsidios familiares.

Pero la parte principal de ser mamá o papá viene después

Convertirse en mamá o papá no se trata únicamente de tener un bebé. Ser padre es un compromiso de por vida en el que adquieres la responsabilidad de criar a tu hijo y acompañarlo en todas las etapas, de la infancia a la adolescencia y hasta la adultez. Los bebés son adorables, pero también son súper exigentes. Un bebé de mal humor o un adolescente respondón pueden hacerte reír y llorar al mismo tiempo. El punto es el siguiente: ser padre es como correr una maratón y no un sprint, y en cada etapa las recompensas y los desafíos son diferentes.

Las ventajas más comunes de criar un hijo incluyen: compartir un extraordinario vínculo de amor con tu hijo, asombrarse y enorgullecerse de la pequeña personita que estás criando (y que poco a poco va creciendo), tener una excusa para jugar y divertirte, y disfrutar un montón de cosas que los adultos a veces damos por hecho.

Los retos más comunes de ser padre incluyen: no poder dormir lo suficiente, no tener tiempo para ti, preocuparte por tu hijo y preguntarte todo el tiempo si estás haciendo un buen trabajo como padre, y en general simplemente sentirse como si te estuvieran halando en mil direcciones distintas mientras tratas de criar a tu hijo y al mismo tiempo balanceas tus demás responsabilidades y necesidades.

Es completamente normal sentirse mal preparad@

De cierto modo, probablemente uno nunca se sienta completamente list@ para ser mamá o papá, pero hay algunas cosas que puedes hacer para sentirse mejor preparado. Tómate un tiempo para reflexionar bien sobre cómo fue tu propia crianza, lo que quisieras hacer del mismo modo y lo que quisieras cambiar cuando tú te conviertas en padre.

Pensar en dónde vas a vivir, cómo te vas a mantener tanto financiera como emocionalmente, y qué tipo de necesidades de cuidado infantil vas a tener son el tipo de cosas que te pueden ayudar a decidir si estás listo para convertirte en mamá o papá ahora y, si es el caso, dónde podrías conseguir más apoyo en los años que vienen. Dale un vistazo a nuestra sección de Recursos para encontrar maneras de conseguir apoyo ahora y más adelante.

costos

No hay ninguna duda de que ser padre es costoso. Incluso antes de que llegue el bebé, existen costos relacionados con el embarazo y el nacimiento. Probablemente tengas que gastar más dinero en seguro médico, y puede que las opciones de salud prenatal y de nacimiento que prefieres no estén cubiertas o impliquen copagos más altos. Es probable que tengas que comprar ropa nueva, especialmente hacia el final del embarazo, y también te podría importar comer más saludable. Todo esto va sumando en tu lista de gastos.

Después de que nace tu bebé, tendrás que pagar por su alimentación, ropa y cuidado de salud, además de tus propias necesidades. Si trabajas fuera de casa, probablemente tendrás que pagar una guardería, incluso cuando tu hijo tenga la edad suficiente para ir a la escuela (piensa en los veranos, las vacaciones y en las mañanas o tardes cuando no hay clases). Puede que tengas que encontrar un lugar más grande donde vivir, especialmente a medida que tu hijo va creciendo.

Algunas familias tienen mucho dinero y otras sobreviven con muy poco. La manera como te criaron y el lugar donde viviste probablemente te ayuden a estimar cuánto dinero crees que vas a necesitar para criar un hijo. Siempre es bueno ser honesto consigo mismo sobre tus ingresos, tus ahorros y dónde crees que podrías encontrar apoyo financiero si lo necesitaras en el futuro.

Los Estados Unidos ofrecen menos apoyo a las familias que muchos otros países que cuentan con recursos similares. Aún así, si no tienes suficiente dinero, existen programas que pueden ayudarte, como Medicaid para los servicios de salud, el Programa Especial de Nutrición Suplementaria para Mujeres, Infantes y Niños (WIC, por sus siglas en inglés) y los cupones de alimentos, bancos de pañales y cuidado infantil y preescolar a bajo costo. Los criterios varían según la situación migratoria, pero puede que hayan varios programas disponibles para tu hijo independientemente de tu situación migratoria. El National Immigrant Law Center (Centro Nacional de Leyes de Inmigración) ofrece excelentes recursos para programas federales según criterios específicos. Estos programas a menudo varían según estado y condado, entonces siempre revisa bien lo que haya disponible en tu zona.

Si eres padre solter@ y buscas manutención infantil, consulta con la Federal Office of Child Support Enforcement (Oficina Federal para el Cumplimiento de la Manutención Infantil).

ten en cuenta

Convertirse en padre es una decisión absolutamente personal y la única elección correcta es la que tú crees que es la correcta. Aquí te compartimos algunas preguntas para tener en cuenta mientras estás tomando la decisión. Te recomendamos escribir las respuestas en un cuaderno o discutir las preguntas con personas con las que puedas compartir esta experiencia o con alguien que te pueda ofrecer apoyo imparcial.

  • Cuando piensas en ser padre, ¿qué es lo primero que se te viene a la cabeza?

  • ¿Qué sientes cuando piensas en convertirte en padre en este preciso momento? Si ya lo eres, ¿qué piensas de la idea de sumar otro hijo a la ecuación?

  • ¿Has pensado en ser padre en el pasado? ¿Tener un (u otro) hijo es algo que quieres hacer algún día?

  • ¿Qué tipo de sistema de apoyo tienes? ¿Tu pareja, familia, amigos o recursos comunitarios van a estar disponibles para ayudarte?

  • Si no quieres tener un hijo en este momento (o nunca), ¿qué piensas sobre el aborto o la adopción?

  • Si quieres ser padre (ahora o algún día), ¿cómo describirías tu vida cuando te la imaginas siendo mamá? ¿Te has imaginado teniendo una cierta edad o algún tipo de relación en particular? ¿Hay cosas que te hubiera gustado hacer antes de tener un hijo?

  • ¿Cómo se compara tu situación actual con la visión ideal de paternidad y maternidad que hay en tu mente? Si es muy diferente, ¿qué piensas de esas diferencias? ¿Son cosas que definitivamente nunca vas a aceptar, o que quizás poco a poco puedas superar y adaptarte a ellas?

  • ¿Qué tanta importancia tiene el dinero en tu decisión de convertirte en padre? ¿Sientes que tienes los recursos suficientes para lograrlo? ¿Piensas que te sentirás mejor preparada en el futuro?

  • ¿Cómo es tu relación con la otra persona involucrada en este embarazo? ¿Sabes lo que piensa esa persona sobre estas opciones? ¿Cómo quisieras que fuera su participación en la crianza de su hijo? ¿Cómo manejarías la situación si esa persona quisiera estar más o menos involucrada de lo que para ti sería ideal?

  • ¿Cuáles son tus valores en lo que respecta a ser padre, la adopción y el aborto? Si eres creyente, ¿existen recursos (enseñanzas o personas) que crees que te pueden ayudar a la hora de considerar tus opciones?

  • ¿Qué tipo de apoyo práctico y emocional necesitas para tomar esta decisión? ¿Dónde puedes encontrar el apoyo que necesitas?

recursos

Solo tú puedes decidir lo que es mejor para ti, ¡y te mereces todo el apoyo que necesites a la hora de considerar tus opciones! (Nota: La mayoría de estos recursos solo se encuentra en inglés.)

Para recibir apoyo durante el embarazo y más adelante, dale un vistazo a:

  • CuidadoDeSalud.gov. El embarazo es considerado como un acontecimiento que altera el curso de tu vida. Esto significa que, incluso si las inscripciones no están abiertas, probablemente puedas inscribirte para cobertura a través del Mercado de Seguros Médicos.

  • Maternal, Infant, and Early Childhood Home Visiting Program (Programa de Visitas a Domicilio para Madres, Bebés y Primera Infancia). El sitio web de la Health Resources and Services Administration (HRSA – Administración de Recursos y Servicios de Salud) tiene un mapa interactivo que te permite buscar información sobre programas de visitas a domicilio en tu estado. Las visitas a domicilio involucran a un profesional capacitado que realiza visitas para preparar o brindar apoyar a futuros o nuevos padres.

  • Medicaid. Si tus ingresos son inferiores a cierto nivel, probablemente califiques para cobertura de salud con Medicaid.

  • National Diaper Bank Network.. Con un enfoque en la necesidad de pañales, la Red Nacional de Bancos de Pañales (NDBN por sus siglas en inglés) trabaja para suplir las necesidades básicas de todos los niños y familias de Estados Unidos.

  • Office of Child Support Enforcement (Oficina para el Cumplimiento de la Manutención Infantil). Información para padres solteros sobre cómo recibir manutención infantil.

  • WIC. El Programa Especial de Nutrición Suplementaria para Mujeres, Infantes y Niños ayuda a mujeres de bajos recursos con niños de menos de 5 años de edad, proporcionándoles comida, servicios de salud y educación alimentaria.

Otros recursos: