Depo SubQ: la inyección anticonceptiva que te pones tú misma

Tres meses de anticonceptivos en una sola inyección y en la privacidad de tu hogar.

Escrito en colaboración con Laurel Slough, MPH

Quizás hayas oído hablar de la inyección anticonceptiva, también conocida como Depo, Depo-Provera o DMPA. La mayoría de las personas que la usan visitan a un proveedor de cuidado de salud cada 3 meses para ponérsela. ¿Pero qué tal si pudieras ponerte la inyección tú misma en casa? No más citas, visitas a la clínica ni largas esperas. Suena práctico, ¿no te parece? Pues esta opción realmente existe. Y se llama Depo subcutánea, o SubQ Depo para abreviar.

¿Qué es la SubQ Depo?

Muchas mujeres han usado la inyección en su forma original, especialmente mujeres jóvenes. Aproximadamente el 15% de las mujeres de EE.UU. entre los 15 y los 19 años la han usado en algún momento. Entonces, ¿cuál es la diferencia entre la versión original y la SubQ Depo?

Tanto la Depo original como la SubQ Depo:

  • Contienen una hormona llamada progestina.

  • Funcionan evitando la liberación del óvulo (ovulación); manteniendo el moco cervical espeso para prevenir que el esperma llegue al útero; y mediante el adelgazamiento del revestimiento del útero.

  • Deben ser administradas cada 3 meses.

  • Pueden tener efectos secundarios como sangrado impredecible, posible aumento de peso, dolores de cabeza y cambios reversibles en la densidad ósea.

  • Son de las opciones más privadas que se pueden conseguir en lo relacionado a anticonceptivos.

  • Protegen contra el cáncer de endometrio y los fibromas uterinos.

  • No protegen contra las infecciones de transmisión sexual (ITS). Los condones siguen siendo la mejor opción para eso.

  • Son seguras para la mayoría de las mujeres. Ambas se pueden usar durante la lactancia e inmediatamente después de tener un bebé. No son una buena opción para las mujeres que tienen sangrado vaginal inexplicable, antecedentes de coágulos sanguíneos o enfermedad del hígado.

La SubQ Depo es diferente de la inyección Depo original en los siguientes aspectos:

  • Se utiliza una aguja más pequeña y se puede inyectar en la piel en lugar del músculo. Eso significa menos dolor y diferentes opciones para elegir en qué lugar del cuerpo ponerse la inyección.

  • Debido a que viene en una jeringa precargada y lista para usar, te la puedes inyectar tú misma en casa.

  • Una dosis contiene 30% menos de la hormona, lo que puede reducir los efectos secundarios comunes.

Cómo ponerte tú misma una inyección SubQ Depo

Si decides que quieres probar la SubQ Depo, habla con tu proveedor de cuidado de salud para que te de una receta. La SubQ Depo es una opción más reciente, de modo que la farmacia puede tardarse algunos días para tener lista tu receta. Solo necesitas unas pocas cosas para ponerte la inyección, y puedes conseguirlas todas en la farmacia.

  • Toallitas de alcohol

  • Una jeringa precargada con la SubQ Depo (llamada también DMPA SC 104)

  • Un lugar seguro para deshacerse de las agujas usadas, también conocido como recipiente para objetos cortopunzantes.

Una vez que tienes todo lo que necesitas, el mejor momento para empezar a usar la SubQ Depo es el primer día de tu periodo o regla, o hasta 5 días después (si lo haces de esta manera no necesitas un método de respaldo). Si esto no te conviene, puedes comenzar a usarla en cualquier momento del mes mientras tú y tu proveedor de cuidado de salud estén seguros de que no estés embarazada (si lo haces de esta manera tendrás que usar algún otro método anticonceptivo durante los primeros 7 días después de la inyección).

Paso a paso

El medicamento viene con instrucciones específicas sobre cómo administrarlo. Aquí hay un video explicativo y la versión corta que comparto con mis pacientes:

  1. Siempre comienza lavándote las manos.
  2. Saca la jeringuilla del envoltorio y agítala durante aproximadamente un minuto para asegurarte de que el medicamento esté bien mezclado. Sujeta la aguja apuntando hacia arriba y golpea suavemente la jeringa para sacudir cualquier burbuja de aire que haya quedado en la parte superior. Presiona la jeringa hasta que todas las burbujas de aire hayan salido.
  3. Elige el lugar de la inyección: puede ser en la parte superior del muslo o en el abdomen.
  4. Limpia la piel con una toallita de alcohol y espera a que la zona se seque.
  5. Quita la tapa de la aguja y sostén la jeringa en tu mano dominante.
  6. Agarra la piel alrededor del sitio de la inyección con la otra mano. Inserta completamente la pequeña aguja en esta zona de piel en un ángulo de más o menos 45 grados. Puede que sientas una pequeña punzada, pero sin duda es menos dolorosa que la inyección Depo normal.
  7. Presiona la jeringa hasta el fondo y luego mantén la aguja en el mismo lugar mientras cuentas hasta 5.
  8. Retira la aguja y deshazte de ella en el recipiente para objetos cortopunzantes.
  9. Aplica presión en el lugar de la inyección.

Y eso es todo, ¡no es tan grave!

Consejos para solucionar problemas

Puede que te de miedo ponerte tu propia inyección, pero hay un montón de otros medicamentos que las personas se inyectan solas en casa. Solamente necesitas tiempo para acostumbrarte y un poquito de valentía al principio. Si todavía no sabes si lanzarte al agua sin un poco de práctica, lleva tu jeringa de SubQ Depo a tu proveedor de cuidado de salud, que te explicará paso a paso el proceso a seguir para la primera vez que la pruebes.

Después de ponerte la inyección, puede que te salga una gota de sangre. Si quieres puedes ponerte una curita. Después de unas horas, quizás notes un leve enrojecimiento o picazón en el lugar de la inyección. Estos síntomas normalmente desaparecen en un par de días.

Al igual que la otra versión de la inyección, necesitas ponerte la SubQ Depo cada 3 meses. Los recordatorios de Bedsider pueden ayudarte a mantener todo ese tema bajo control. ¡Buena suerte poniéndote tu inyección anticonceptiva tú misma!

¿Ya probaste la SubQ Depo? Comparte tu experiencia en la sección de comentarios.

Escrito por Jessica Morse, MD, MPH

Jessica Morse es una obstetra/ginecóloga de la Universidad de North Carolina (UNC), donde trabaja junto con otros médicos residentes proporcionando una amplia gama de servicios de salud reproductiva. Su principal interés de investigación es garantizar que las mujeres usen los anticonceptivos que quieran, cuando quieran. Vive en Durham, NC, con su esposo y su hijo juguetón de 5 años, donde pasan sus fines de semana haciendo excursiones, divirtiéndose en parques infantiles y explorando la “Bull City”.

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