Inyección anticonceptiva

La mayoría de los métodos no te harán subir de peso. Muchas mujeres jóvenes empiezan a usar anticonceptivos por primera vez en un momento en que su cuerpo está atravesando por muchos cambios. Algunas aumentan de peso naturalmente al transitar desde la adolescencia hasta pasados los veinte años. Si esto pasa justo cuando la mujer empieza a usar anticonceptivos, es fácil echarle la culpa a la píldora, el parche, el implante, el DIU hormonal o el anillo. Lo cierto es que cada uno de los métodos puede usarse sin miedo a aumentar de peso.Un estudio reciente demostró que 1 de cada 4 mujeres que usan la inyección aumentará de peso. Sin embargo, la mayoría de las mujeres (3 de cada 4) no aumenta mucho de peso. Esto indica que la mayoría de las mujeres que usan la inyección pueden mantener su peso estable con una alimentación saludable y actividad física regular.

El sangrado, que puede ocurrir con un montón de métodos no te hace perder tanta sangre, aunque te parezca que sí. Si quieres saber más, tenemos un artículo en las Perspectivas de proveedores sobre el tema.

Es bastante raro tener dolores de cabeza por la inyección, así que fíjate si hay otros motivos para el dolor. Si los dolores son muy fuertes, no dudes en consultar con tu médico.

Una de las principales maneras en que los anticonceptivos con hormonas previenen el embarazo es bloqueando la ovulación; digamos que los óvulos nunca salen de su escondite. La píldora, el parche, el anillo y la inyección son los más confiables en bloquear la ovulación, por lo tanto las personas que usen estos métodos podrán tener menos quistes ováricos. Si tienes tendencia a formar quistes ováricos, tu proveedor puede recomendarte uno de estos métodos para prevenir futuros quistes. La píldora de solo progestina o la mini-píldora tiene un efecto imprevisible sobre la ovulación y puede formar más quistes. Estos suelen desaparecer solos, pero si ya tuviste problemas con quistes antes, la mini-píldora tal vez no sea el mejor anticonceptivo para ti.

Cualquier medicamento tiene ciertos efectos secundarios, y cuando la gente se entera de la parte negativa, se les queda pegada como una canción cursi que no pueden dejar de cantar. Es la naturaleza humana, y nos pasa a todos.

Recuerda que las compañías farmacéuticas detallan cada cosa espantosa que podría pasarte con un medicamento. Incluso aunque sea súper raro. Tienen que hacerlo. Es la ley. Así que antes de salir corriendo, piensa: los efectos secundarios posibles de algo tan inofensivo como una aspirina también son tremendos cuando los lees. Los anticonceptivos definitivamente valen la pena cuando no estás lista para tener un bebé. Confía en nosotros, el embarazo tiene más efectos secundarios de los que te puedas imaginar. Hay tantos métodos anticonceptivos diferentes que seguramente habrá uno para ti.

La mayoría de las mujeres que usan anticonceptivos con hormonas –la píldora, el anillo, la inyección, el parche, el implante o el DIU hormonal–tendrán reglas menos dolorosas en comparación con las que no los usan. Esto se debe a que dichos métodos anticonceptivos afinan el revestimiento del útero. Hay menos tejido en el útero para liberar, entonces las reglas son más ligeritas. Un detalle especial sobre el implante y la inyección: a algunas mujeres estos métodos les provocan más días de sangrado o pérdidas, pero en general las reglas son más ligeras y menos dolorosas.

Usar un método anticonceptivo con estrógeno aumenta considerablemente el riesgo de una mujer joven de formar un coágulo de sangre, pero para mujeres que no tengan antecedentes de accidente cerebro-vascular, coágulos de sangre o infarto, y cuyos familiares jamás han tenido coágulos de sangre, el riesgo sigue siendo bastante bajo. Las mujeres con antecedentes de estas enfermedades en su familia tienen un riesgo más alto de formar un coágulo sanguíneo, y agregar un anticonceptivo con estrógeno a este cóctel aumenta el riesgo a un nivel inaceptable.Los métodos de solo progestina como el implante, la mini-píldora, la inyección y los DIU Skyla y Mirena no aumentan tu riesgo. Si te preocupan los coágulos sanguíneos, te recomendamos hablar con tu médico sobre las mejores opciones de anticonceptivos para ti.

Puede ser complicado determinar cómo los anticonceptivos con hormonas afectan el humor, pero tú eres la única que de verdad sabe cómo te sientes. Cada persona reacciona distinto a los anticonceptivos, así que si sientes que los anticonceptivos podrían estar provocándote depresión, habla con tu proveedor de cuidado de salud. Recuerda, hay muchos métodos anticonceptivos; ¡puedes encontrar el ideal para tu vida!

Una de cada 40 o 50 usuarias de la inyección presenta pérdida del cabello. Por lo general, encuentras más pelo en tu cepillo o en la coladera de la regadera (como después de un parto y los niveles de progesterona son similarmente altos). Para ser realistas, ninguna mujer va a quedarse calva o tener el pelo notablemente más fino por culpa de la inyección.

Las mujeres menores de 35 años que fuman y no tienen ningún otro problema médico normalmente pueden tomar la píldora de forma razonablemente segura, pero sin duda deben hablar con su proveedor de cuidado de salud para conocer otros métodos alternativos. Las mujeres mayores de 35 años que fuman deben mantenerse alejadas de la píldora, el anillo y el parche. Afortunadamente existen muchas más opciones, como el DIU, el implante o la inyección. Habla con tu proveedor para ver cuál es el mejor método para ti.

Para mujeres con presión arterial alta, los métodos con estrógeno—la píldora (salvo la mini-píldora), el anillo y el parche –pueden hacer que les suba todavía más la presión arterial, aumentando el riesgo de infarto o accidente cerebro-vascular. Por suerte, hay muchas opciones anticonceptivas altamente eficaces que son seguras y libres de estrógenos como el DIU, el implante o la inyección. Habla con tu médico sobre tu situación y sobre cuál sería el mejor anticonceptivo para ti.

En mujeres premenopáusicas que usaron la inyección por hasta 5 años, la pérdida de densidad mineral ósea asociada con la inyección es similar a la pérdida ósea asociada con la lactancia. Y esa pérdida se revierte significativamente después de abandonar la inyección.

Los factores ambientales, como la nutrición y el ejercicio, tienen un mayor impacto sobre la masa ósea que la inyección.